El jetlag
es la sensación de cansancio,
malestar estomacal y dolor corporal que acompaña a algunos viajeros tras haber
tomado un vuelo largo. Para evitarlo, y que llegues fresco y descansado a tu
destino, toma en cuenta estas medidas.
Hidrátate:
Toma dos vasos grandes de agua
en ayunas la mañana del vuelo. Durante el vuelo, mantente hidratado tomando
agua frecuentemente.
Nútrete:
Consume un desayuno alto en
proteína. Ya que prepararse para un vuelo con lleva cierto nivel de estrés,
ingiere un suplemento de magnesio. Durante momentos de estrés, el cuerpo
utiliza todo su abasto de este mineral, tan importante para el funcionamiento
de glándulas y el procesamiento de enzimas. Además el magnesio es un excelente
relajante muscular y ayuda a evitar los molestos calambres. La dosis
recomendada es 100 miligramos de magnesio en la mañana del vuelo y 100
miligramos al abordar.
Protégete
Durante los vuelos estamos más
expuestos a contraer enfermedades respiratorias por la circulación del aire en
la cabina de pasajeros y la proximidad entre unos y otros. Lávate o desinféctate
las manos frecuentemente. Recomendamos tomar un suplemento de vitamina C por lo
menos dos semanas antes de iniciar su viaje. Durante el mismo tiempo es bueno
también consumir suplementos de vitamina E y Omega-3 para el buen
funcionamiento cardiovascular y para mantener fresca la piel.
Fortalécete
Limítate
Durante el vuelo, consume alcohol y cafeína
con moderación. Si puedes, evítalos del todo.

Ambiéntate
Desde que te subas al avión, ajusta tu reloj
al horario de destino, así como tus comidas y horas de sueño. Esto facilitará
tu transición al nuevo uso horario, sobretodo si tu hora de llegada es en la
mañana.
¡Buen Viaje!


